- Miércoles, 29 Noviembre 2023
- Fecha de publicación
Lidia Álvarez pide desterrar la imagen del empresario que solo busca enriquecerse y mecanismos para que Formentera no pierda su esencia y acabe en manos de fondos de inversión: "Formentera saldría perdiendo". FOTO. La Voz de Ibiza.
FUENTE: LA VOZ DE IBIZA, 28 NOVIEMBRE 2023
Agustín Sintes Vallés
La hasta ahora gerente de Pime Formentera, Lidia Álvarez Fernández (Orense, 1979), ha sido nombrada por la asamblea general celebrada el lunes secretaria general de la patronal, cargo que hasta ahora ocupaba la secretaria general de la Pimeef, María Ángeles Marí, quien a partir de ahora mantendrá el cargo de Pime Ibiza.
Conoció al padre de sus hijas durante unas vacaciones en 2005. Y se quedó en la isla. Técnico superior en Riesgos Laborales y técnico superior en Educación Infantil, entró en la Pime Formentera en 2017.
-¿Qué supone el cambio de cargo?
Es un cambio de galones porque en realidad el trabajo que desempeño será más o menos el mismo: representar a la patronal y a los empresarios de Formentera. Agradezco la confianza de Pep Mayans (presidente reelegido de Pime Formentera) quien ha considerado que el cargo de secretario general tenía que volver a Formentera, después de los ochos años de María Ángeles Marí.
-Algo debe de suponer el cambio. Si no, no se habría hecho.
Desde un punto de vista formal, el gran cambio es que el secretario general vuelve a estar aquí, como siempre había sido, salvo estos últimos ochos años. Es más lógico que esté aquí. Prácticamente ya estaba desempeñando las funciones.
-Ahora forma parte de la Junta Directiva. ¿Qué supone ese cambio?
Así es. No es un cambio sustancial. Quiero dejar muy claro que estoy muy agradecida por la parte que supone de reconocimiento a mi trabajo y por la confianza que ha depositado en mí. Me gusta mucho mi trabajo. Creo en la empresa de Formentera.
-¿A qué se refiere?
Creo en la importancia de la empresa local, en la empresa familiar, en la circularidad, en la continuidad de las empresas y en el relevo generacional. Formentera no debe perder la identidad. Si todas las empresas familiares vendieses sus negocios a fondos de inversión de fuera, Formentera perdería la esencia y todos saldríamos perdiendo. He aprendido en la Pimef que detrás de cada empresa hay una historia y una familia que lo da todo por salir adelante y atender a sus clientes. Hay que luchar contra la idea errónea de que el empresario solo busca enriquecerse. Eso no es verdad, es muy difícil emprender y ser empresario y hay que ponerlo en valor. Sin empresa local, acabaríamos todos en manos en Amazon y este tipo de empresas.
-¿Qué retos se marca?
Seguir creciendo. Hemos crecido mucho y hemos aumentado el número de socios, hemos creado asociaciones sectoriales que eran necesarias porque la unión hace la fuerza. La patronal es un instrumento para que facilitar que los propios empresarios se junten, hablen de sus problemas y alcen la voz sobre los problemas que tienen. Nosotros no somos importantes, los importantes son los empresarios a los que representamos. Nosotros estamos para escuchar hacia dónde quieren ir y qué proyectos quieren desarrollar y para ser los interlocutores con la administración.
-¿Alguna asociación sectorial más que sea necesaria?
Quizá una de los concesionarios de playa en cuanto se resuelva el concurso y salgan del limbo. Quizá una de pequeños hoteles, aunque estos establecimientos ya cuentan con la Federación Hotelera. Hubo una ajena a la Pimef de concesionarios de playa y creo que sería positivo que hubiera otra porque la actividad en la playa es muy importante para la economía de la isla.
-¿Lo que ha pasado en el concurso de los chiringuitos de playa es un ejemplo del riesgo de que Formentera pierda la esencia?
Sí. Al final se han perdido empresas familiares que llevan 30 ó 40 años gestionando quioscos de playa. Habría que buscar la manera de poner en valor este tipo de empresas y que no se perdiesen. Ahora está todo en el aire.
-¿Cómo debería el Consell de Formentera proteger su tejido productivo?
Estaría bien que hubiese algún tipo de mecanismo que pudiera puntuar la experiencia y pusiera en valor al empresariado tradicional.
-¿Qué más riesgos afronta Formentera?
El puerto de La Savina. Es urgente acabar con la temporalidad y que Autoridad Portuaria resuelva las adjudicaciones y haga concesiones a largo plazo. No tiene sentido lo que estamos viviendo con los precios del puerto. Ha habido empresas que han tenido que cerrar porque no pueden pagar los alquileres, otras están muy tocadas porque están teniendo muchas dificultades para resistir. Un empresario me contó que había tenido que hacer trabajos fuera de Formentera para ganar el dinero que necesitaba para poder pagar el local del puerto. Creemos que estas cosas no deben pasar y que no debe primar la oferta económica porque nos ha convertido en un puerto carísimo. Ha dejado de venir gente porque se han negado a pagar 400 euros por noche por el atraque de un velero en un puerto que no ofrece un nivel de servicios apropiado. Esperamos que con las nuevas concesiones, las pequeñas empresas puedan seguir en el puerto y no sigan los cierres. Es descabellado que en pleno verano haya amarres vacíos cuando nunca había sucedido por los precios desorbitados.
-¿Amarres vacíos en verano en La Savina?
Sí. Y eso genera menos negocio para la oferta complementaria. También perjudican a la industria del chárter. Ha habido empresas que han dejado de prestar servicio, a pesar de tener demanda, porque no han podido asumir el coste de un amarre.
-¿Eso también es consecuencia de la regulación de s’Estany des Peix?
El parque natural no permite actividades económicas allí. El problema es que no han podido irse al puerto que es donde deberían estar.
-¿Espera más sensibilidad por parte de Autoridad Portuaria de Baleares?
Todavía no hemos tenido contacto con el nuevo presidente (Javier Sanz). Es fundamental.
-¿Cómo valora el cambio de gobierno en el Consell de Formentera?
Estamos trabajando muy bien con el equipo de Llorenç Córdoba, de la misma manera que lo hicimos con el anterior. Nosotros trabajamos con la administración independientemente del color político. Nuestra obligación es colaborar y tener buena sintonía.